

El gobierno de la ciudad de Kobe ha introducido una solución innovadora para abordar el aislamiento social extremo en Japón. OriHime, un robot blanco de aproximadamente 23 centímetros de altura, se ha convertido en el nuevo alter ego de las personas que se encuentran en esta situación.
Este pequeño robot, con ojos verdes y un aspecto humanoide, tiene como objetivo ayudar a aquellos que luchan con la ansiedad generada por las interacciones sociales. Los usuarios pueden controlar a OriHime a través de una aplicación en sus dispositivos, lo que les permite comunicarse con el mundo exterior sin tener que abandonar sus hogares.
El gobierno de la ciudad de Kobe es el primero en Japón en proporcionar servicios de robots a personas en aislamiento social extremo. Esta iniciativa surge debido a las preocupaciones sobre la población de hikikomori, un término utilizado para describir a aquellos que permanecen en casa durante períodos prolongados sin participar en la sociedad.


La pandemia de COVID-19 ha agravado los problemas de soledad y salud mental, lo que ha llevado a un aumento en los suicidios en Japón. En respuesta a esto, el gobierno ha tomado medidas para abordar la “soledad” y ha designado a un “ministro de la Soledad” para abordar el problema del aislamiento.
El robot OriHime se suma a las diversas soluciones implementadas para integrar a los hikikomori en la sociedad. En la ciudad de Kobe, se han establecido centros comunitarios de transición donde pueden socializar de forma segura. Además, la organización sin fines de lucro New Start ofrece servicios de “hermanos o hermanas en alquiler”, donde las familias de los hikikomori pueden contratar a alguien para interactuar con ellos y reducir su sensación de aislamiento.
Desarrollado por la empresa japonesa ORY Laboratory, OriHime es altamente portátil y cuenta con brazos expresivos que se mueven mientras habla. Los usuarios pueden escribir frases en la aplicación y el robot las leerá en voz alta. A diferencia de las conversaciones en línea, OriHime permite la interacción con otras personas a través de un cuerpo que imita el aspecto humano, lo que facilita las señales de comunicación no verbales.


El gobierno de la ciudad de Kobe tiene planeado implementar un itinerario para que los hikikomori puedan utilizar a OriHime de forma gratuita, según sus necesidades individuales. Se espera que esta iniciativa ayude a los hikikomori a sentir que no están solos y promueva una mayor conexión con el mundo exterior.